Contracturas

Las contracturas musculares son uno de los síntomas de molestia y dolor muscular más comunes para la mayoría de la gente. Se manifiestan como un abultamiento de la zona, implicando dolor y alteración del funcionamiento del músculo. Mientras que el dolor en el cuello y parte alta de la espalda (cervical) suele deberse a contracturas por tensión y malas posturas, en la zona dorsal y baja las causas habituales son esfuerzos, malos movimientos y también posturas incorrectas. En la parte superior de la espalda es frecuente que los músculos de la nuca o los que van hacia los hombros (trapecios) se tensen excesivamente.

Los músculos se acortan y pierden elasticidad, causando que las articulaciones se vayan apretando poco a poco, perdiendo movilidad, convirtiéndose con el pasar del tiempo en un problema de importante molestia para la persona afectada, limitando su movilidad y aumentando los efectos del debilitamiento físico, dificultando las actividades de la vida cotidiana. Por ello es importante prevenir y minimizar sus efectos en lo posible.





En general, las contracturas musculares se deben a una suma de tres factores:

El primer factor es conocido como fibrosis, un proceso que se produce por la degeneración del tejido muscular. La fibrosis sucede generalmente cuando el músculo es dañado continuamente sin poder regenerarse de forma correcta, siendo así reemplazado por tejido fibroso y graso. Este nuevo tejido, a diferencia del tejido muscular normal, no tiene las mismas capacidades flexibles y elásticas,  tendiendo a acortarse con el tiempo, haciéndose menos funcional, limitando la movilidad de la articulación. Este proceso de fibrosis por otro lado es el que hace que los músculos luzcan más grandes, aunque no más fuertes, siendo esta característica conocida como pseudohipertrofia.

El siguiente factor es la falta de movilidad de las articulaciones y los músculos, ya sea por la adopción de cierta postura durante largos periodos de tiempo, o por la debilidad misma que impide tener movilidad suficiente. Un ejemplo de lo primero, es la postura sentada, donde las piernas se mantienen flexionadas durante largos periodos de tiempo. Ésta consecuencia está generalmente asociada al sedentarismo.

El ultimo factor que toma parte en las contracturas, es el debilitamiento impar de los músculos que mueven las articulaciones. Esto es en especial característico de los músculos que realizan rutinariamente la flexión y extensión de cierta articulación, viéndose así debilitados los músculos que quedan en desuso. Un ejemplo común se presenta en las articulaciones de los hombros, codos, y rodillas. Otro caso en el que este debilitamiento impar es notorio, es en los músculos que levantan y bajan la punta del pie, donde el músculo del frente de la pantorrilla se ve debilitado.

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